Kitu Milenario

Author: Efecto Alquimia / Etiquetas: , , , , , ,

HACIA LA BÚSQUEDA DE NUEVOS EQUILIBRIOS
Y LA DEMOLICIÓN DE “LÍNEAS IMAGINARIAS” EN KITU:
TIERRAS DE LA MITAD




La tierra sagrada que hoy llamamos Ecuador, tierra del paralelo ecuatorial, de Qui-to o tierra del centro o mejor del “Aqua d’or”:  fértil territorio de las aguas áuricas, ha constituido desde tiempos ancestrales no solo lugar de encuentro para los pueblos y culturas andinas, amazónicas y del Pacífico, sino también para los pueblos de la misma Amaru-ka o “tierra de la serpiente sagrada”, aquel mágico continente que con su configuración física y sus cadenas volcánicas, representa el reptar simbólico de la serpiente Amaru y que hoy más que nunca, nos anuncia el retorno espiral del tiempo-espacio de volteo, el punto de inflexión de este nuevo espacio/tiempo X Pacha Kutik.

Sí, porque el mítico “Reyno de Quito», en el necesario construir de identidades de Juan de Velasco en el siglo XVIII; de las “Tierras del Qui” para los visionarios esposos Costales a fines del siglo XX, o del “Reino de los colibríes”, en la bella acepción del poeta andino ecuatorial Carrera Andrade, siempre fue, ha sido es y será el asiento de una milenaria civilización, que hoy apenas comienza a ser develada…Y es en este nuevo tiempo, en este despertar, en este gozoso alumbramiento de una verdadera “nueva época”, donde ubicamos el sentido y valor de nuestra “Pacha tierra sagrada” ecuatorial.

Siendo constructores y reconstructores cotidianos de identidades, internándonos en aquellos cromáticos senderos será como podremos encontrar el recto alineamiento hacia una sabiduría del equilibrio del ser ecuatorial; de aquel saber que estuvo escondido y que hoy está volviendo a emerger en nuestra mente y en nuestro corazón y también porqué no, en nuestro territorio y que estamos seguros va a devenir la simiente y matriz de nuestras futuras identidades.



De este manera, comienza a tejer y deshilar antiguos y nuevos relatos, mitos y leyendas de las ancestrales Tierras del Ki, búsqueda que constituye también la constatación de la mixtura y el palimpsesto que actualmente somos; el resultado de aquel feroz encuentro entre los hijos del sol recto con aquellos de la barbarie hispánico occidental del siglo XVI; encuentro después del cual -queramos o no aceptarlo- quedaron definitivamente impresas en nuestros genes y en nuestra sangre nuestras identidades andina, amazónica y pacífico ecuatoriales, las mismas que en una sabia y paciente espera renacieron y fructificaron desde las cenizas de nuestros abuelos, para luego retornar con la fiereza y la rudeza del huracán.

El “el ser racional y cientificista” inventado y heredado del mundo greco-latino, ha estado orientado por la paranoica búsqueda del UNO no diverso, del uno absoluto y autoritario, en suma del uni-verso y nunca del “multiverso”; de aquel UNO feroz que rige en las tres belicosas religiones monoteístas del mundo actual: islamismo, judaísmo y judeo- cristianismo, que hoy se ven enfrentados en una lucha capitalista, global y maniquea por “la conquista del planeta”, en una lucha mesiánica entre los supuestos “eje del bien” y “eje del mal”, que felizmente no nos competen y peor aún deberían pre-ocupar.

Por el contrario, el “unidiverso” andino ecuatorial con el que soñamos constituye entonces el cielo y el territorio “del otro” de la diversidad y de la variedad, del holon y de lo holístico, de aquella eufemística “alteridad” inventada por euro-occidente para sanar su culpable pecado capital, su brutal genocidio, su irrespeto por las culturas diferentes (véase “inferiores”) y a las que creyeron “civilizadamente” aniquilar, pero que hoy siguen encontrando como en el mito su cuerpo y su cabeza, luego de haber sido descuartizadas como el shyri (señor) Daquilema o el inca Tupac Amaru, que perseveran siempre en la búsqueda de su impecable totalidad. Aquella misma totalidad que ahora nos convoca para cargarnos con la fuerza femenina de la tierra, del agua y de la luna de nuestra Patria, no aquella “patria” de los patricios grecolatinos, sino de la Pacha Tierra Sagrada Ecuatorial.




En adelante, será el cóndor quien guíe nuestros pasos y domine nuestro cielo con su visionario volar; será el puma quien asuma otra vez con sus pisadas la reconstitución de los páramos y bosques andinos depredados para pastorear la gula carnívora del conquistador; será la serpiente cíclica que se escurre en lo celeste y en el agua de las cochas y los lagos de nuestra venerada Allpa Mama y, será en éstas y en otras páginas pioneras de una nueva simbólica ecuatorial en donde deberemos internarnos con nuestra propia creatividad para contradecir la “Historia” inventada por los pensadores de la “modernidad” y “el progreso”, por las mentirosas enseñanzas de la historiografía occidental y las mismas y repetitivas ideologías euro centristas de una “novísima” post- modernidad, de aquellos quienes nunca supieron comprender lo que significaba una “cosmovisión”, es decir una visión cósmica del ser, del vivir y del estar sabiamente y en armonía con la naturaleza y con el cosmos: aquella de nuestros ancestros

Así, la búsqueda de identidades aportará también a develar nuestros imaginarios totémicos urbanos que han permanecido por suerte “ocultos”, deformados en suma “intangibles” a la faz de los inquisidores de ayer y de hoy. Ahora estamos claros que si la experiencia de habitar el “centro del mundo”, debió constituir para nuestros ancestros una experiencia primordial y sagrada, el conocimiento y valoración de las claves de nuestra habitación en el chakra corazón del planeta cargado con la fuerza de animales totémicos de los cuales apenas ahora sacamos a luz uno: el jaguar; aquello nos permitirá gradualmente la reconstitución de las identidades quitensis  primordiales y es en esa búsqueda que descubriremos el vector de nuestra organización social, política y territorial futura, es decir el estatuto ontológico de las culturas y pueblos de las tierras de KI TU  de la mitad y también del Ecuador, del Equator o “equilibrador” del siglo XXI.

Alfredo Lozano Castro, Liribamba ancestral, 2005

Es en medio de la banalidad amorfa de un planeta global en crisis permanente, en un KAOS recurrente, que por fortuna no es el nuestro; es en estas tierras que constituyen el AXIS MUNDI: el punto de encuentro entre  las energías “del mundo celeste” y del “mundo terrestre”, en este Equator continental nuestro, tangible y actual religado de manera indisoluble con aquel Equator intangible y  ultramarino allende el océano: aquel que han ido constituyendo nuestros compatriotas, es este el lugar donde podremos construir un nuevo mundo de acogida para los nuevos hombres “rojos, amarillos, blancos y negros” del planeta que deseen venir a crecer en pacífica, diversa y fructífera convivencia y, es precisamente en la búsqueda de este sendero que abrimos ahora este conocimiento primordial sobre el KITU MILENARIO sobre el KITU CIUDAD JAGUAR apenas una de las fuerzas totémicas activas que nos legaron nuestros antepasados y que hoy nos invita a seguir caminando, redescubriendo, siempre buscando en nuestro sol equinoccial la “unidiversidad”, la dualidad y la complementariedad de nuevos y deslumbrantes arco iris.



Diego Velasco Andrade
Kitu: Tierras de la mitad
Noviembre 2010

COMPROBACION DE LA ESTRELLA SOLAR
Ángel Cevallos y Diego Velasco, arquitectos
Proyecto Kinty ñan/Kitu milenario

ECLIPTICA EN SAN JUAN
Ángel Cevallos y Diego Velasco, arquitectos
Proyecto Kinty ñan/Kitu milenario

GRAN CHAKANA
Ángel Cevallos y Diego Velasco, arquitectos
Proyecto Kinty ñan/Kitu milenario